martes, 15 de septiembre de 2020

Capítulo 5



Héctor y Lupita han llegado al Brasil. En concreto a Río de Janeiro. Los dos están muy contentos.
--No me puedo creer que esté en la ciudad que vio nacer a Ronaldo --dice Héctor con emoción.
El matrimonio está muy abrazado. Lupita sonríe:
--tú obsesión por ese jugadorucho es excesiva... Hasta te influye en las vacaciones...
Héctor mira a su esposa casi ofendido:
--¿¿¡jugadorucho?¡ ¡¡es el mejor jugador de la historia...¡¡
--A mi no me parece que sea para tanto, caro si es pero lo otro....
Héctor es un gran admirador del futbolista brasileño y las palabras de su esposa lo ofenden:
--¡¡que disparates dices¡¡ ¡¡cómo se nota que no entiendes de fútbol¡¡.
A Lupita le hace gracia el enojo de su marido:
--¡¡porque te pones así por tonterías...¡
Pero Héctor está verdaderamente ofendido de que se hayan metido con su idolo. Se aparta de su esposa y camina muy deprisa. Lupita lo mira divertida y con deseo. Ama a su marido pero no puede negar que le atrae muchísimo, lleva unos jeans muy ajustados y le encanta las arrugitas que se le hacen en el trasero al caminar tan deprisa. Corre hacia él:
--mi amor, no te enojes por una tontería...
--¡¡es que me molesta que te metas en un tema que no conoces...¡
Con ironía la joven dice:
--ni que estuvieras enamorado del tal Ronaldo... No sé que le ve la gente la calvo...
Héctor se para de golpe. Mira a su esposa ofendido:
--¡eso no lo digas ni en broma...¡ ¡¡yo jamás me enamoraría de un hombre¡¡ ¡¡no soy maricón, que no se te olvide¡
Y sigue caminando. Lupita se ha quedado perpleja. No esperaba que su esposo se tomara las cosas de esa manera. Ella no entiende porque se molesta de algo que evidentemente no puede ser cierto. Atrapa a su esposo en un semáforo. Lo abraza por la espalda:
--no me gusta que estemos enojados y más por tonterías...
--¡¡para mí no son tonterías¡ --dice Héctor serio.
--¿todavía te vas a poner así?
Ella le da un pellizco en el trasero y le muerde el cuello:
--yo te amo tanto...
Aunque Héctor no siente por su esposa más que afecto sí le gusta sentirse deseado. De todas formas está muy atormentado. Son muchos los fantasmas que tiene dentro de él, mucho que ocultar, mucho miedo de que su verdad salga a la luz y ser señalada por todos. Fuerza una sonrisa para que su esposa no se dé cuenta que le pasa algo pero tampoco acepta las caricias de su esposa.

En la noche Héctor se prepara para ir a dormir. Lupita que se había puesto guapa lo mira sorprendida:
--¿¿qué haces? ¿no salimos?
--¿a esta hora? tengo sueño...
--pero es que tú nunca tienes ganas de salir de fiesta... --se queja Lupita que a sus 20 años tiene más ganas de divertirse que su esposa.
--¿¿qué estás insinuando que soy demasiado viejo para seguir con tu ritmo de vida??
Héctor está francamente molesto. Lupita lo pincha para que acceda a ir con ella:
--pues sí --le dice.
Hector no tiene ganas de ir a los lugares que le llevaría su joven esposa, lugares frecuentados por jóvenes de 20 años.
--¡tú eres una señora casada y no tienes que estar comportándote como una adolescente alocada...¡
Lupita espera más compresión por parte de su esposo.
--pero --dice decepcionada.
Héctor no la deja seguir:
--¡¡si no te parece bien no haberte casado conmigo¡
Héctor se mete en la cama y se da la vuelta para no verla a ella. Lupita está muy molesta. Da vueltas por la habitación y aunque no es algo que le guste mucho por una vez no está dispuesta a hacer lo que quiera su marido.
--Héctor... ¿estás dormido?
Este no le hace caso. Es que ya se durmió... Sigilosamente, la joven se va del hotel dejando a su esposo dormido.

La joven está muy furiosa. Va a un sitio que le han dicho que está muy de moda. Está decidida a divertirse pero la verdad es que está muy enfadada. Ronaldo llega a esa misma discoteca y todas las chicas le asedian ya que es el alma de la fiesta y el famoso. Ronaldo sabe que su podría acostarse con cualquiera de esas chicas pero, aunque siempre es bueno un polvo fácil, a Ronaldo, si hay una chica que no queda impresionada por él es esa chica la que quiere meter en su cama y esa noche ese lugar él tiene muy claro quien lo va a ocupar. Bebe un trago de su vaso.
--ella... --dice mirando a la barra.
Y con cara de lobo hambriento que ha divisado a un tierno cordero, Ronaldo  va en busca de Lupita.
--hola, preciosa... --dice él desplegando sus encantos
Normalmente con su mirada, su sonrisa y su mirada basta para tener rendida a sus pies a cualquier mujer. En el caso de Lupita no es así:
--¡¡adiós¡ --dice ella.
Lupita se levanta para irse, abre el monedero para pagar el trago. Ronaldo le agarra la mano. Le guiña el ojo:
--invito yo...
Lupita le tira el trago encima y le dice muy molesta:
--¡¡gracias¡¡
El atractivo futbolista no esperaba esta reacción ya que está acostumbrado a que las chicas se mueran por él. Cuando reacciona ella ya no está. Lupita está en la calle, nerviosa.
--No debí salir sin decirle nada a Héctor... A saber que debe haber pensado ese cretino de mí...
Es ya tarde, no pasa ningún taxi. Desde un auto le tocan el claxon.
--¡¡por fin...¡
Cuando ya se acerca se da cuenta que es Ronaldo. Le guiña el ojo y con cara de depravado le dice:
--ven preciosa, que te llevo al cielo.
Lupita se muestra molesta:
--¡¡contigo no iría a ninguna parte...¡
--chica ¿porqué tan arrisca? ¿cuando tiempo hace que un macho no te echa un buen polvo?
Lupita se escandaliza:
--¿¿pero qué dice esta cosa? ¡¡dejeme en paz...¡
A Ronaldo le hace gracia la reacción de la joven:
--vaya, así que hace mucho...
Lupita muestra su alianza con orgullo:
--¡¡soy casada...¡
A Ronaldo le parece genial porque piensa que así podrá divertirse con ella  sin que ésta después le vaya a hacer un escándalo.
--¿y tu marido qué es que es maricón o impotente? porque dejar a una muchacha tan linda como tú y sola es un delito... Además que se nota que no te deja bien satisfecha...
Lupita esta verdaderamente escandaliza:
--¡¡eso no es cierto... mi marido es un gran amante...¡
Lupita va caminando pero Ronaldo la sigue con el auto a velocidad muy lenta.
--eso es porque nunca has conocido a un hombre de verdad, si me conocieras a mí cambiarías de opinión... ¿porqué no te animas? sólo sería un poco de diversión... Si no pasa nada...
Lupita no lo quiere aceptar pero ese descaro agresivo de Ronaldo la vuelve loca, es lo que siempre ha echado en falta de las dos relaciones que ha tenido. Ronaldo para el auto, sabe que la joven caerá en sus brazos. Aunque Lupita se ha esforzado por mostrarse distante ella también está segura que necesita lo que le ofrece Ronaldo. Se asusta cuando éste sale del auto, tiene miedo de hacer algo de lo que luego se vaya a arrepentir. Al huir de sus brazos tropieza y cae sobre un charco. Él la ayuda a levantarla. Está toda mojada, se transparenta su ropa interior. Ella lo mira con vergüenza. La mirada de él la estremece. Ronaldo la estrecha  entre sus brazos y la besa. La voluntad de Lupita es débil y se derrite en sus brazos.


Aunque de entrada parecía dura, Lupita nunca ha tenido un buen amante en su cama. Se deja arrastrar por la lujuria de Ronaldo. Ese bellísimo calvo le resulta muy sexy y tiene la facultad de enloquecerla. Jamás pensó que estaría en brazos de otro hombre que no fuera su mirada pero Ronaldo la hace vibrar. Sus caricias la hacen sentir muy mujer, jamás había sentido tanto placer como con las caricias de la traviesa lengua de Ronaldo que llega a lugares que ni ella misma sabía que eran tan placenteros. Aunque la chica está bien rica, Ronaldo disfruta más cuando tiene que luchar por el polvo hasta le decepciona que sea tan fácil. Cuando ya está preparado para clavarse en ella, Lupita tiene dudas:
--esto no está bien... --jadea ella.
Ronaldo se da perfecta cuenta que en realidad las palabras de Lupita son para tranquilizar su conciencia que no tiene ninguna intención de rechazar el placer que él le ofrece.
--claro que está bien... es solo un poco de diversion, como tomarse una copa... mañana ni te acordarás... confia en mi... no te arrepentirás...
--¿no pensarás que soy una puta?
Aunque por dentro es lo que piensa (y además hipócrita) Ronaldo le dice:
--claro que no... todo el mundo hace estas cosas... No tiene nada de malo...
Lupita está muy excitada. Nunca había sentido tanto placer y quiere vivir esa experiencia pero también quiere estar seguro que luego no se va a arrepentir. Lupita siente que se rompe por dentro. Nunca había sentido tanto placer. Jamás pensó que se pudiera sentir así. Ronaldo se clava en ella con profundidad, le gusta sentir que es algo nuevo para Lupita, que parece su primera vez.



En México, Felipe y Benja están desnudos en la cama. Después de hacer el amor varias veces Benja se ha quedado dormido. Felipe no se cansa de contemplarlo. Le ve su mano con la alianza, sonríe enamorado.
--Parece un ángel...
Felipe está muy enamorado. Le enamoraron esos intensos ojos azules desde que lo vio por primera vez pero siempre tuvo dudas de los sentimientos de ese chico que se le metió en la cama sin conocerse y ya no ha salido de su vida.
--Me quiere, me quiere...
Felipe está muy ilusionado porqué por primera vez Benja le ha demostrado que tienen una relación, que no se acuesta con él sólo por conseguir hospedaje y comida gratis que ha sido siempre el gran temor de Felipe. Se abraza muy bien a él:
--me ama... me ama...
Felipe lo estrecha con fuerza y lo acaba despertando. Benja lo mira sorprendido y medio dormido:
--¿¿qué hora es?
Felipe lo mira con cara de bueno:
--es temprano...
Benja mira el reloj:
--¡¡si es tardísimo.. ¿¿qué haces aún despierto??
Felipe lo mira enamorado:
--te amo... te amo tanto...
Benja siente mucho cariño por su pareja, le transmite ternura. Le gusta que lo quiera aunque piensa que a veces se pone fastidioso y no lo aguanta.
--ya, Felipe. Ya sabes que no me gusta que seas tan pesado...
Felipe lo mira entusiasmado, lo acaricia en el rostro con amor y con deseo. Ese rostro que tanto amo, le parece mentira que se vayan a casar:
--mío, vas a ser mío...
Benja se incorpora y se sienta en la cama:
--que quede claro que no soy un objeto --le regaña-- el matrimonio no cambiará nada...
Felipe lo mira con deseo:
--¡¡claro que cambia, será decirles a todo el mundo que nos amamos, que estamos juntos, que hay un compromiso entre nosotros...¡
A Benja cada vez le parece peor la idea del matrimonio:
--¡sí pero no seré una propiedad tuya...¡
Felipe lo acaricia:
--no te pongas enojón --dice con cariño--  es una forma de decir, es el amor... tu eres mío así como yo soy tuyo...
--No me gustaría perder mi libertad...
Felipe le pone la mano en la mejilla. Su ternura vence a Benja, no es capaz de hacerle daño. El cariño que siente por él aunque no es amor es fuerte y le impide hacer daño. Cuando le quería proponer que olvidaran lo de la boda no se ve capaz de decírselo. Felipe lo besa con ternura:
--yo te juro que nada va a cambiar sólo que es algo que me hace ilusión, que necesito para darme cuenta que efectivamente lo nuestro pasó de sexo a amar, que yo que con tus palabras no me lo dices pues que me lo digan tus actos...
Benja ya está cansado de hablar siempre de lo mismo:
--venga, ya no te repitas... Si tan importante es para ti la boda nos casamos y punto...
--¿cuando?
Felipe está muy ansioso. Benja lo mira molesto. Felipe le sonríe con cara de bueno.
--tampoco creo que haya prisa... No sé...
--¿en un mes? --le pregunta Felipe con una sonrisa tierna.
Benja lo mira sorprendido:
--¿¿un mes? Ni siquiera creo que se pueda hacer tan rápido...
Felipe sabe como usar su dulzura para lograr lo que quiere:
--bueno pero lo mejor es comenzar con los trámites para casarnos lo antes posible...
Benja sonríe. Para él el matrimonio no tiene ninguna importancia y le emociona la desesperación de Felipe por casarse con él:
--ni que estuvieras embarazado... --dice divertido.
--ojalá --dice Felipe.
Benja lo mira alterado:
--¡¡oye, no me vengas con nada raro que no me gustan los niños...¡¡
Felipe le sonríe. Lo acaricia, lo besa:
--te juro que después de casarte conmigo ya no te vuelvo a pedir nada...
Felipe lo abraza con mucho cariño y mucha pasión.
--bueno, ya te dejo dormir si quieres --dice Felipe.
Benja lo estrecha entre sus brazos. Pícaro le dice:
--¿ahora que ya me despertaste? Ahora ya no te dejo...
Felipe lo mira con mucho amor y mucho deseo. Para Benja Felipe no es más que un amigo con el que le encanta coger.

Lupita está feliz en brazos de Ronaldo.
--¿cuando lo repetimos? --pregunta ella.
Él sonríe con orgullo:
--vaya, así que te ha gustado...
Lupita lo mira fijamente:
--nunca había sentido esto... Los dos hombres que han habido antes de ti es que no me han hecho sentir nada en comparación contigo...
--deberían ser maricones --dice Ronaldo con ironia.
Lupita apoya su cabeza en el pecho del guapísimo brasileño:
--he descubierto que es esto lo que quiero. Lo que necesito... He tomado una decisión...
Ronaldo está saboreando ese polvo que aunque ha sido demasiado fácil para su gusto lo ha satisfecho mucho. No le hace caso a ella. Lupita sigue hablando:
--después del momento que hermoso momento que hemos compartido... quiero más...
--tal vez nos podamos ver otro día --dice Ronaldo para sacársela de encima aunque no quiere volver a verla.
Lupita lo mira fascinada. Le pone las manos en las mejillas y como si fuera una buena noticia para los dos dice:
--¡¡voy a dejar a mi marido para vivir una relación contigo...¡¡
Ronaldo se quedó helado.

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