martes, 15 de septiembre de 2020

Capítulo 27 y último



Héctor y Benja frente a frente. El segundo insiste en que Héctor se case con Felipe.
--tú sabes lo que me estás pidiendo? --Héctor nervioso.
--¡¡demuestrame que tienes corazón, que eres algo más que ua máquina de sexo...¡
--Eso no es justo...
--¡¡A mi me da igual lo que sea justo o no... Felipe es un hermano para mí y quiero que muera feliz...¡ ¿¿tan dificil te es entender eso?
Benja habla con dolor. Con desesperación. Con la desesperación de saber que el que lo quiso tanto va a morir y no al lado de la persona que ahora ama.
--y tú no puedes entender que yo no quiero que la gente sepa que soy gay...
Benja lo mira con desprecio:
--¡eres un maricón de mierda... una basura...¡ ¡¡no sé como me fijé en ti...¡
Benja habla con mucho dolor. Con mucha rabia.
--¡¡esta bien... escóndete... pero ser maricon no es una vergüenza...¡¡¡¡ ¡¡la vergüenza es ser un cobarde... un ser sin sentimientos...¡¡ ¡¡una persona que no quiere cumplir la última de un difunto no merece nada...¡
Benja se gira para irse. Héctor lo mira con deseo.
--Benja... no te vayas así. No soporto que estemos enfadados.
Benja se para. Le habla con reproche:
--la solucion es muy fácil.
Héctor se lleva las manos al cabello con angustia.
--tú eres muy importante para mí --dice con pena.
Benja no le deja seguir:
--¡¡pues cásate con Felipe¡
--Me duele que te importe él más que yo... Creí que solo me querías para mí...
Benja lo acaricia. Se permite ser tierno.
--y así es y si soy importante para ti, te suplico que te cases con Felipe... Si quieres te lo pido de rodillas.
Benja se iba a agachar pero Héctor le agarra de la mano:
--no, no hace falta.
Benja lo mira a la expectativa. Confia en que Héctor acceda a hacer feliz a Felipe pero Héctor no ha cambiado de opinión:
--no me voy a casar, lo siento... Eres tú el que me interesas...
El pensar que Héctor no se quiere casar con Felipe por él lo llena de culpa. Muy furioso Benja le dice:
--¡¡pues te olvidas de mí, no nos volveremos a ver...¡
Entonces Héctor dice serio:
--¿y después?¿vas a poder estar conmigo siendo yo el viudo de tu exnovio?
Se hace un silencio. Los dos se miran tristes.
--Lo ves --dice Hector.
Benja mira a su amante lloroso:
--a mí en estos momentos lo único que me importa es la felicidad de Felipe...
Se callan, se miran llorosos. Benja comprende que la decisión de Héctor sigue siendo la misma y se va. No mira atrás. Héctor se queda llorando. Benja en el ascensor da golpes con la cabeza. Le duele que Héctor sea una persona tan fría.
--¡¡no tiene corazón, maldito...¡¡

En el aeropuerto, Lupita va a tomar el avión. LLeva su bebé en brazos. Alguien la llama. Ella se sorprende al ver que es Alejandro.
--¿¿qué haces aquí?
Alejandro se arrodilla ante ella:
--quiero pedirte que te cases conmigo. No le mendigues amor a ese hombre que no te quiere...
Lupita esta sorprendido.
--te amo, por eso te ayudé... Creo que te amo desde el primer día que te vi en mi consultorio... Ronaldo solo le interesa su hijo... te va a usar...
--Lo sé, pero a mi me gusta él... Si no logro su amor no será porque no lo intenté...
Lupita le da un beso en la mejilla.
--si te va mal... yo te estare esperando... dice el.
Lupita sonríe. Tener en brazos al hijo de Ronaldo es algo que la hace muy feliz. Tiene muchas ganas de volver a verlo y aunque se tenga que humillar, aunque le tenga que rogar, está dispuesta a intentarlo.

Por su lado, Felipe es dado de alta. Benja lo ayuda a salir del hospital. Pese a su angustia, Benja se muestra sonriente.
--seguro que no tengo nada...? --pregunta Felipe.
--seguro --contesta el otro con una sonrisa.
--y porque me duele tanto la cabeza...?
Benja no pierde la sonrisa en todo momento. Aunque está deshecho se quiere convertir en el mejor apoyo de su amigo.
--por eso tienes que seguir con el tratamiento...
Felipe mira hacia todos los lados. Triste Benja le dice:
--lo siento. No logré que Héctor viniera... pero conmigo podrás contar siempre...
Felipe lo mira agradecido:
--porque haces esto por mí... yo te engañé..
Se para. Benja lo mira fijamente:.
--eso es mentira. No fue tu culpa.... nos precipitamos... En realidad quiero que me veas como un hermano... así es...
Se abrazan. Hector con un ramo de rosas está ahí. Siente celos. A Felipe se le ilumina la cara.
--viniste... --dice emocionado acercandose.
Benja se aparta. Mira sorprendido a Hector pero agradecido.
--os dejo solos...
De lejos Benja ve como Héctor le da el ramo de rosas a Felipe. Nunca vio a Felipe tan feliz. Eso gesto hace que algo se rompa en Benja y por primera vez reconozca ante él lo mucho que le importa ese hombre, Héctor. Sonríe con tristeza.
--no me equivoqué con él.
Pero sabe que no es su momento. Felipe mira a Héctor feliz.
--viniste...
--como estás? --pregunta Héctor con dulzura.
Felipe está radiante:
--bien... bien ahora que tú estás conmigo... Te juro que es el día más feliz de mi vida...
--Tanto me quieres?
Felipe huele las rosas:
--te juro que ahora sí siento amor, ahora sí sé que eres el hombre con el que quiero envejecer...
Héctor se gira un poco para que Felipe no lo vea llorar. Lo mira y fuerza una sonrisa. Felipe está muy abrazado a sus rosas. Héctor le besa la mano libre:
--gracias por quererme tanto...
Felipe lo mira sorprendido:
--lo dices en serio?
A Héctor le cuesta mucho eso que está haciendo pero lo quiere hacer por el amor de  Benja. Roza con sus labios los de Felipe. Felipe no lo deja escapar. Está feliz. Se besan apasionadamente. Héctor mira a su alrededor. El mundo sigue, no ha pasado nada. Eso lo hace sentir tranquilo. Felipe está feliz.
--creí que no me querías.. --dice Felipe casi incrédulo.
--es que estaba con bronca, arreglando las cosas con Lupita...
Se arrodilla ante Felipe y siempre con una sonrisa que ilumina la cara de Felipe dice:
--te quieres casar conmigo?
Felipe estalla en júbilo:
--¡¡si, claro que sí...¡
Héctor se levanta y se abrazan.
--Es un sueño... es un sueño...
Héctor llora por dentro pero la felicidad de Felipe lo anima. Felipe es la imagen viva de la felicidad. No imagina que es una felicidad de mentira, no imagina que sus días están contados...


La boda se realiza en dos meses. Benja lo va a buscar a Héctor. Los dos en traje. Se miran con deseo.
--gracias...
--lo hago por ti, quiero que lo sepas... --Héctor.
Se abrazan. Se estremecen.
--nunca lo olvidaré...
--espero que no sea un error... --Héctor.
--yo también...
Desean besarse pero los dos se controlan. Es un gran dolor el que sienten, un gran sentimiento de cariño el que los une pero Felipe es lo primero para ambos. Benja deja a Héctor en el ayuntamiento y va a buscar a Felipe. No deja de repetir que es el hombre más feliz del mundo. El juez oficia la ceremonia. Felipe y Héctor el uno al lado del otro. Tomados de la mano. Felipe con una sonrisa de oreja a oreja. Héctor fuerza una sonrisa. Durante la ceremonia Héctor y Benja intercambian miradas de amor. Se miran llorosos. Es en ese momento en el que comprenden lo mucho que se aman.

Justo en el momento en el que Héctor se convierte en el esposo de Felipe Benja está más seguro que nunca que lo ama. A Héctor le pasa lo mismo pero es un sentimiento que ya no les pertenece y se callan. Felipe abraza a Benja:
--nunca pensé que esto sería así... que mi boda sería contigo como testigo... --habla con emoción.
Benja le sonríe:
--eso no importe sí eres feliz...
Felipe mira enamorado a Hector. Le manda un beso. Héctor le sonríe. Luego se produce el abrazo de Héctor y Benja. Es un abrazo intenso y lleno de amor. Los dos tiemblan de deseo. Se están amando y sufren por tener que separarse, sufren porque es un amor que ya no les pertenece. Felipe besa a Héctor. Lo acaricia casi en shock:
--mi marido... eres mi marido...
Héctor mira de reojo a Benja. El corazón de ambos está de luto, está llorando por tener que separarse. Héctor besa las manos de su esposo. Jamás pensó que se casaría con un hombre, besa las manos de Felipe:
--juro que te haré feliz... lo juro...
Felipe está radiante. Los dos salen del edificio. Benja y otros funcionaros tiran arroz. Héctor y Benja se miran de reojo. Una lágrima aparece en sus rostros. Héctor ya no piensa en el que dirán, está muy triste por perder a Benja y además su principal misión es la de hacer feliz a Felipe. Benja los ve ir dolido. LLora por dentro. Felipe y Héctor van de luna de miel a Canarias. Héctor entra en la suite con su esposo en los brazos. Lo lleva a la cama.
--feliz?
Felipe le pone la mano en las mejillas:
--te amo... nunca fui tan feliz...
Héctor complacido lo besa. Hacen el amor, con ternura. Con pasión. Felipe se funde en él como nunca se fundió con nadie. Nunca se sintió tan querido, tan amado... Benja en la casa de su hermana llora. Le atormentan los celos.
--que no te duela. tú así lo quisiste... tú asi lo quisiste...
Abraza a su almohada al fin se atreve a decirlo:
--te amo, Héctor... Te amo...
Felipe duerme feliz en brazos de su esposo. A su lado Héctor lo mira triste, con culpa. Le duele pensar que tiene que morirse para que él sea feliz. Le duele pensar que no podrá construir su felicidad sobre su cadaver. Se levanta. Desnudo. Mira a la ventana. Ahora que sabe que ama a un hombre, que por primera vez sabe lo que es el amor tiene que renunciar a él porque Benja no le pertenece.


Felipe disfruta de sus primeras horas como el esposo de Héctor. Caminan por la playa como una pareja de enamorados más, se bañan en el mar... Se olvidan del resto del mundo. Felipe es tan feliz que no le importaría que el mundo se acabara. No sabe que su mundo sí se acaba. Héctor se desvive por él. No se muestra triste, quiere que cada hora de la vida de su esposo sea la más feliz. A solas llora por Benja. El matrimonio sólo disfruta de 3 días de luna de miel porque Felipe tiene que continuar con ese tratamiento. Felipe en el fondo sospecha que algo grave le pasa pero no lo quiere saber. En el hospital mientras Felipe está siendo atendido. Benja ha ido hasta el hospital, quería ver a Héctor de lejos. Héctor se emociona al ver que Benja lo está espiando. Benja trata de huir pero Héctor lo agarra de la mano:
--no me hagas esto... me casé porque tú me lo pediste... me casé por ti...
--no digas eso...
--Es así... es contigo con quien quiero estar...
--¡¡callate... debes hacer feliz a Felipe en sus ultimas horas...¡
--¡¡y lo estoy haciendo... Creo que te estoy demostrando que soy algo más que una máquina de fornicar¡¡
Los amantes se miran llorosos.
--esto no tiene sentido...
Benja habla con dolor. Los dos desean besarse pero sabe que no deben.
--¡¡si merece la pena, di que soy un vicioso... un cerdo... pero hasta que te conocí a ti no sentí estas cosquillas en el estomago... tú me despertaste al amor por primera vez..¡¡
Benja y Héctor no pueden resistir el amor que siente y rozan sus labios pero se apartan.
--lo siento --dice a la vez.
Los dos se separan, se van cada uno por su camino para no herir a Felipe. No imagina que Felipe estaba tras una columna, sentado en una silla de ruedas esperando que le hicieran una pruebas. Son lágrimas de sangre las que recorren su rostro pero no quiere romper su sueño, no quiere que el sacrificio de su marido y su ex novio sean en vano. Guarda el secreto aunque pide que Benja está a su lado. Es un suplicio para Benja y Héctor estar juntos y sin tocarse, Felipe se emociona ante ese gesto de amor hacia él de los dos. Felipe observa en silencio todo el amor que ve en los ojos de Héctor y Benja que día a día entre cuidado y cuidado se van amando más y más. No es sólo hasta que ya se sabe agonizante que lo dice:
--gracias por prestarmelo, Benja... Ahora es tuyo... Ya no seré un estorbo para ti...
--no digas eso... --dicen los dos.
En su lecho de muerte, Felipe une las manos de Benja y Héctor y con voz de ultratumba dice:
--yo me voy. Me tienen que jugar que estarán juntos que ni lupita, que ni los remordimiento ni mi recuerdo los separarán...
Héctor y Benja se miran enamorados. Aunque sorprendidos le dicen:
--lo juro.
Felipe sonríe:
--gracias por el sacrificio. Sean felices.

Y muere ante los impresionados ojos de Benja y Héctor. Los dos lloran frente al cadáver. No se dicen nada. En el entierro al que apenas va nadie están separados. Luego frente a la tumba de Felipe, el uno frente al otro le dice:
--y ahora qué? --dice Héctor.
Benja lo mira llorando:
--no me dejes solo...
La pareja se abraza llorando. Es mucho dolor el que siente pero también amor. Los dos saben que sólo ese amor los puede salvar.


años después...
Héctor y Benja, los dos con anillos de casados, reciben en adopción a 3 hermanos negros. Están felices... Desdel principio ninguno de los dos apostaba por su relación, por verse casado y con hijos. No pueden creen como han cambiado, madurado. Mientras los niños se adaptan a su vida en familia, Héctor y Benja siempre juntos, siempre apoyándose, saliendo de todos los obstáculos de todas las dificultades. Se toman de la mano. Ya se besan con naturalidad. Ya se dice: te amo siempre que les apetece. A cada rato.

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