martes, 15 de septiembre de 2020
Capítulo 18
Felipe está dolido y sorprendido, nunca Benja le había gritado y lo que menos entiende es que se lo tome como algo personal.
--¿¿qué te pasa?
Benja se lleva las manos al cabello. Tampoco le interesa que su novio se dé cuenta del tipo de relación que tiene con su amante.
--¡no te voy a permitir que digas que mi hermana es una cualquiera...¡
--bueno en realidad... --balbucea Felipe.
Benja lo interrumpe:
--¡¡eso no es tu asunto... te prohibo que le digas nada a Héctor...¡
Felipe le iba a pedir a Benja que no le grite pero Benja cree que no está de acuerdo en no decir nada así que amenazante le dice:
--¡¡si tú abres la bocota te dejo...¡
Estas palabras son toda una puñalada para el guapísimo mexicano:
--¿¿qué?
Mira a su amando lloroso. Benja no se conmueve:
--¡¡ya lo sabe...¡
Benja se dirige hacia la puerta. Felipe va hacia él llorando.
--¡no me puedes hacer esto... Benja, mi amor... tenemos que hablar...¡
Felipe se muestra desesperado mientras que Benja se va dando un portazo. Felipe llora. Está muy triste. Lamenta el haber ido a ese país.
--Nunca debimos venir... nunca...
Felipe mira con mucha rabia una foto que hay sobre el televisor. Es de la boda de Héctor y Lupita:
--¡¡maldito... maldito¡¡
Culpa a Héctor de la primera crisis en su relación y de ganas no le faltan de romper la foto. Está un rato solo. Las paredes se le caen encima. No sabe qué hacer. En más de una ocasión tiene el impulso de hacer su maleta y regresar a su país pero eso implica renunciar a Benja y no lo desea perder. Se lleva la mano al pelo:
--él no me ha corrido y mientras eso no pase yo aquí me quedo...
No tarda en abrirse la puerta, Felipe va hacía la entrada con desesperación:
--mi amor, menos mal que...
Felipe se queda pálido. Es Héctor el que llega. Héctor le sonríe con timidez. Felipe se ruboriza. No se atreve a mirar al hombre a los ojos. Se da la vuelta. Héctor se acerca a él con cariño:
--estás bien?
Aunque el que le gusta en serio es Benja ese joven le produce mucha ternura y además ahora que se fija, esos jeans viejos que lleva le hacen un culo muy bonito. Un culito gordito, mucho mejor que el de Benja que es más bien aplastado. Se acerca a él, le pone la mano en los hombros:
--te puedo ayudar en algo?
Felipe no soporta que Héctor lo toque. Se aparta de él muy agresivo.
--¿ocurre algo?¿te pasa algo conmigo?
Felipe se gira, lo mira con un odio atroz que a Héctor lo lastima pero no le dice nada. El odio de Felipe golpea el alma de Héctor, lo hace sentir una basura por estar lastimándolo acostándose con su novio.
--¿porqué tan triste? --le pregunta Héctor tratando de sentirse menos culpable.
Felipe desea gritarle a la cara todo lo que está pasando y aunque todo no puede sí le dice:
--¡¡por tu culppa... te odio...¡¡
Felipe corre a su cuarto y se encierra. LLora. Héctor quisiera consolarlo pero es culpable y no tiene cara. Se golpea la cabeza con la pared.
--¡¡soy un miserable... soy un miserable...¡
Después de los golpes que la vida le ha dado al atractivo Felipe, al guapísimo Héctor le sabe mal ser precisamente él quien le dé otro.
Benja está muy nervioso. Ha llamado a su hermana al celular y ha sabido que estaba en el aeropuerto. La va a buscar.
--¿ocurre algo? --le pregunta ella.
Él está muy nervioso:
--¡¡eso dímelo tú...¡¿¿de dónde vienes? ¿¿de hablar con el padre de tu hijo?
Lupita se siente muy avergonzada:
--claro, debí imaginar que tu noviecito te fue con el chisme...
Benja está muy ansioso. Le preocupa que Lupita tenga pensando dejar a su esposo por ese otro hombre. Ella no le dice nada, pasa de largo. Benja se saca un peso de encima. Por la cara de su hermana ya se da cuenta que si, tal vez a ella sí le gustaría irse con el otro, éste no le ha cumplido. Lupita camina rápido. Benja va detrás de él:
--te llevo en la moto... así hablamos...
A Lupita le sorprende ver que Benja lleva la vieja moto de su esposo.
--él me la dejó...
Lupita se derrumba. LLora. Benja la abraza:
--no te quiere cumplir, digo... ¿el padre de tu hijo?
--Me gusta tanto pero no quiero ser madre soltera --dice lloroso.
Benja acaricia a su hermana. Aunque le quiere hacer creer que la preocupación es por ella en realidad defiende sus propios intereses, su deseo de seguir viviendo bajo el mismo techo que Héctor. Le va acariciando la cabeza a su hermana:
--¿porque no le haces creer a Héctor que el hijo es tuyo? yo te aseguro que Felipe no hablará y yo tampoco...
Lupita está muy angustiada:
--Héctor es esteril... ¡¡no se lo va a tragar...¡
Benja está preocupado. Tiene miedo que si Héctor se aleja de la vida de su hermana su relación acabe enfriándose.
--tú no le digas nada... no lo dejes... Ya veremos lo que hacemos...
Lupita está muy aturdida pero por encima de todas las cosas Benja no hace más que aconsejarle que no deja a Héctor por nada del mundo. Almenos logra que su hermana se lo piense y guarde la noticia de su embarazo en secreto.
Llegan juntos a la casa. Héctor ignora a su esposa y no tiene ojos más que para Benja al que mira con deseo. A Héctor le duele que Benja lo mire con indiferencia.
--me duele la cabeza... me voy a acostar...
Lupita habla como si a alguien le importa lo que le ocurre. Se encierra en su dormitorio. Benja está muy excitado ante la presencia de Héctor. Éste se levanta.
--Benja, yo...
Benja se muestra molesto. El juego de una pasión agresiva lo excita:
--¡¡yo no me hablo con violadores...¡
Benja lo mira con un falso desprecio que lastima a Héctor. Benja se iba a ir pero Héctor lo agarra del brazo:
--perdoname... Sé que fui un bruto, no sé que me pasó... --dice pese a que sabe que Benja lo gozó.
--nunca te voy a perdonar lo que me hiciste... --dice Benja al que le excita fingirse el ofendido.
Hector no lo suelta. Los dos vibran al estar juntos.
--¿¿me sueltas? --le reclama Benja con una dureza fingida.
--tienes que hablar con Felipe, lo está pasando mal...
--desde cuando te preguntas por él...? --pregunta Benja perplejo.
--desde que soy yo quien lo lastima...tu novio sospecha de lo nuestro...
--¡¡claro que no...¡ ¿¿de donde has sacado esto?
--Está muy triste y dice que es por mi culpa.
Benja le sonríe:
--Ah es por eso.
Hector no entiende qué le hace gracia:
--¡¡no le veo la gracia...¡
--Pues yo sí... la verdad que tiene y mucha...
Pero Benja no le puede aclarar las cosas y lo deja solo sorprendido y angustiado
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