martes, 15 de septiembre de 2020
Capítulo 2
Héctor y Lupita están en la consulta del doctor
Alejandro (Michel Gurfi). Ella toma de las manos a su
marido que nota nervioso.
--¿y bien doctor? ¿hay algún impedimento para que yo
no pueda ser madre?
Héctor agacha la mirada. Tiene mucho miedo de la
respuesta del doctor.
--No, nunca será usted madre...
Lupita se derrumba. Es su sueño roto.
--¿porqué? --dice ella con un hilo de voz.
Héctor la acaricia. Se siente relajado porque la culpa
de no tener hijos es de su esposa.
--tranquila, mi amor... Adoptaremos...
Lupita está desesperada:
--¡¡pero yo quiero quedarme embarazada¡
--y puedo hacer pero no con los métodos normales..,
Héctor fulmina con la mirada al doctor. El guapo
hombre, es fuerte y tiene una mirada agresiva que
asusta al doctor. No se atreve a mirarlo.
--¿¿¿¡de qué habla??¡
El tono de voz de Héctor suena amenazante. El doctor
tiene miedo de dice los resultados. Es Lupita la que
dice:
--diga, cual es el problema...
El doctor la mira a ella aunque está muy nervioso
porque siente la agresiva mirada del guapísimo Héctor.
--usted puede quedarse embaraza sin problemas... Pero
su esposo es quien tiene el problema...
Héctor da un golpe en la mesa con tanta fuerza que
lanza todo lo que está cerca del borde. Es un golpe
que hace temblar las paredes. El doctor ya se siente
perdido. Lupita agarra del brazo a su esposo para
tratar de calmarlo.
De nuevo en México , Benja está en la terraza.
Totalmente desnudo. Felipe se acerca a él. Lo abraza
por la espalda.
--¿¿que tanto piensas, mi amor?
Benja está muy aturdido porque nunca pensó que se
tendría que plantear en serio casarse.
--te pedí que me dejaras pensar...
Con cara de bueno, Felipe le dice:
--¿y no has tenido suficiente con una hora?
Benja se gira. Le sonríe.
--ahora es el momento de demostrarme sí es cierto que
me amas... --Felipe.
Benja lo acaricia:
--pero ¿¿porqué tanta prisa? Nos va bien juntos...
--Porqué no sé cuando pasaste de ser un compañero de
piso a una pareja... De hecho ni siquiera sé si eres
mi pareja o mi compañero de cama...
--¿y cambiaría en algo que me casara contigo?
Felipe le besa en la mano:
--sería la mayor prueba de amor que me podrías dar...
--pero es que yo no creo en el matrimonio...
sinceramente me da igual... No es algo que necesite...
Felipe le sonríe:
--pues si te da igual dime que sí, a mí me hace
ilusión... Además si te casaras conmigo solo porque yo
te lo pido pues me demostrarías que me amas... que
quieres pasar el resto de tu vida conmigo...
--No me gusta pensar en el futuro...
Felipe siempre ha pensando que de los dos es quien ama
más y en realidad es así. Benja está agusto con
Felipe, lo quiere. Disfruta de su compañia y de su
cuerpo pero nunca se ha planteado un compromiso serio
a su lado. Le gusta estar con él pero le ve como un
amigo más que cualquier otra cosa. Felipe lo acaricia:
--¿¿cual es tu miedo?
--No, no es miedo --dice Benja besándole la mano-- es
que me tienes confundido... No sé cuales son tus
planes... Dice que quieres que nos casemos... ¿¿¿en
México??
--No, tú eres español aunque hayas nacido en Argentina
¿no?... --Felipe.
--si, tengo nacionalidad española ¿es que quieres que
nos casemos en España?
--Aquí las cosas no nos van muy bien en el trabajo...
Me gustaría probar suerte en España... Nos casamos y
así conozco a tu familia...
Benja pone mala cara. Felipe lo abraza;
--¿es que ellos no saben que eres gay?
--claro que sí... No soy un delincuente... No me tengo
que ocultar... Yo no tengo problemas en llevarte a
España y pasear contigo de la mano... Eres tú el que
no quieres ese tipo de afectos...
--por eso quiero ir a España, para no tener que
ocultarme...
--pero es que a mi padre no le va a sentar muy bien
que me case. Tampoco me gustaría ofenderlo... Mi padre
prefiere que no vaya a verlos... Hace mucho que no los
veo, tú sabes... Ni siquiera me invitaron a la boda de
mi hermana... A lo mejor Lupita ya se embarazó y ni me
dijeron --dice con un poco de tristeza.
--¿y entonces?
Felipe pone una cara de pena que nadie es capaz de
negarle nada. Benja, aunque tiene claro que no piensa
en un futuro con él, tampoco lo quiere perder a corto
plazo. También piensa en su padre. No ve porque tiene
que tenerle consideraciones cuando es su padre el que
está equivocado al no aceptar su manera de vivir el
amor y el sexo. Ve en esa boda la posibilidad de
regresar a su padre y de cobrarse el haber sido
ignorado por su familia. Sin contar el hecho que
Felipe ha sido un gran apoyo para él y le quiere dar
ese gusto. Más que con la cabeza que con el corazón,
dice Benja:
--sí, me casaré contigo...
Las palabras de Benja golpean el corazón de Felipe. Le
toma por sorpresa. Esta seguro que le iba a decir que
no.
--¿¿¿hablas en serio??
Ahora el que disfruta con la cara de incredulidad es
Benja. Felipe se ha quedado palido. Se le escapan
algunas lágrimas de la emoción...
Está emoción contrasta con la tensión que se vive en
la consulta del doctor. Héctor está como loco. Agarra
del cuello al doctor mientras le dice muy ofendido:
--¡¡¡¡qué está insinuando... ¿¿que no soy macho?¡¡
El doctor está muy asustado.
--calmase --le suplica.
Lupita está estirando del brazo a su esposo para
tratar que suelte al doctor:
--¡cariño, no seas loco¡ ¡¡nadie te está faltando...¡
Héctor tira al doctor hacia la silla.
--¡¡pues que hable claro porque a mí nadie me insulta
y vive para contarlo...¡
Héctor está muy sofocado. Lupita colgada de su brazo:
--sientate, deja que el doctor nos explique...
Héctor no se sienta, mirándolo con ganas de matarlo
dice:
--¡¡que hable ya... que se atreve a gritarme en mi
cara que no soy lo suficientemente macho como para
preñar a una mujer...¡
El doctor no se atreve a mirarlo a los ojos. Héctor
está muy dolido. Ya se imagina a todo el barrio
riéndose de él, diciéndole que no sirve como hombre.
Se imagina a su esposa en brazos de otro hombre para
tener un hijo y eso le duele. Su rostro está inyectado
en sangre por el dolor y la rabia. Tanto Lupita como
el doctor están asustados
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