martes, 15 de septiembre de 2020
Capítulo 13
Ha amanecido, Benja ha dormido de un tirón, Héctor no. No ha dejado de dar vueltas en el cuarto muy sofocado. Por un lado le gusta Benja, le excita saber que duerme en la habitación de al lado. Le pone cachondo pensar en su cuerpo desnudo, en su sabroso polvo. Tiene un orgasmo sólo de pensar en que esa noche volverán a estar juntos. Benja abre los ojos, siente que alguien sale del cuarto de al lado. Se estremece.
--¿será él?
Se levanta deprisa. Se pone el boxer y agarra una bolsita. Héctor se prepara para darse una ducha. Benja va con prisas. Da un empujón a Héctor para entrar él también.
--¿¿qué haces aquí? --Hector sofocado.
Benja lo mira con ironía:
--tranquilo... no me dejaré llevar sin precauciones...
Él mismo cierra la puerta con cerrojo.
--¿más tranquilo? --dice burlón.
--estamos jugando con fuego... --dice Héctor.
--tranquilo no voy a abusar de ti... sólo me quiero afeitar...
--Entonces mejor deja la puerta abierta...
--No, mejor no... --dice con ironía-- es que si te ve mi novio va a comparar y yo salgo perdiendo... él no tiene mucha experiencia... estoy seguro que nunca ha visto un ejemplar como tú...
Héctor se siente alagado pero también asustado:
--te gusta el peligro veo...
Benja se muestra tranquilo:
--no estés a la defensiva... --le dice divertido.
Benja se empieza a afeitar. Es cómo si no hubiera pasada nada entre ellos. A Héctor por un lado lo tranquiliza pero por el otro le decepciona pensar que a Benja ya se le pasó el capricho. En realidad nada más lejos de la realidad. Benja está a 100. Lo que quiere es que Héctor se confíe para poder disfrutar de él con naturalidad. Héctor así lo hace. Se baja el boxer. Ese culo vuelve loco a Benja, tiene que hacer un esfuerzo para no mordérselo. Su boxer empieza a agrandar... A Héctor le pone nervioso ducharse ante Benja, le excita aunque parece que no lo mira así que procura olvidarlo. No se da cuenta de lo cachondo que se está poniendo Benja que lo mira de reojo. La visión del extremadamente guapo Héctor bajo el agua, acariciando con sus manos enjabonadas su pecho, sus genitales, en especial está última parte enloquece a Benja. Tiene que hacer un gran esfuerzo para no lanzarse encima suya. Apresura el afeitado para coincidirlo con el final de la ducha... A Benja se le ha puesto palo al ver como el jabón desliza por la parte céntrica, las piernas... Héctor le da la espalda, se va acariciando el culo para sacarse los restos de jabón y Benja ya no espera más. Se baja el boxer y se pega a Hector. Le friega su gordo pena. Los dos jadean.
--que haces? --pregunta Héctor.
--¿y a ti que te parece? --pregunta Benja mientras roza con su dura arma cerca del orificio de placer de Héctor.
Héctor tiembla de deseo y también de susto de que los descubran. Deseaba volver a acostarse con él pero no con su esposa y Felipe durmiendo cerca.
--dijiste que te portarías bien, que sólo te afeitarías... --jadea Héctor.
--no debiste creer en mí --jadea Benja.
Benja va acariciando los pectorales de Hector, su miembro viril, mientras que sin meterlo le va haciendo sentir su aparato pegado a su cuerpo arriba y abajo. A los dos les duele el deseo. Es una tortura la espera, una tortura de placer que por un lado desean que sea eterna y por otro lado desean tenerse de una forma total. Pero Benja no suelta el pene de Héctor hasta que éste explota en su boca saboreando lo más íntimo de éste. Los dos sienten mucho placer. Luego Benja se clava en Héctor con profundidad. Bajo el agua de la ducha se produce el segundo polvo de la pareja. Los dos acaban rotos de placer. Después del desahogo, del gozo, los dos salen de la ducha. Mientras que Benja se seca Héctor lo mira regañón.
--esto es una locura... si seguimos así nos van a sorprender...
Benja le guiña el ojo y con ironía le dice:
--la culpa es tuya por estar tan bueno, y provocarme... ¿¿cómo se te ocurre desnudarte ante de mí?
Héctor sonríe incrédulo:
--¿¿que yo?¿qué?
Benja lo acaricia coqueto:
--y no seas mentiroso, no me vengas a decir que no te morías de las ganas...
Héctor traga saliva, está muy excitado:
--quedamos que en las noches...
Benja lo abraza y le muerde el cuello:
--no podía esperar... y yo tampoco...
Los amantes se besan apasionadamente. Héctor luego se lleva las manos a la cabeza:
--espero que pronto se te pase el capricho de mí, antes que acabes con mi matrimonio...
Héctor está aturdido. Le gusta Benja pero su presencia lo pone nervioso. El chico es demasiado impulsivo, parece que no le teme a nada y Héctor tiene miedo que por culpa de Benja se vaya a descubrir todo lo que él siempre ha luchado por ocultar. Benja se pone una toalla en la cintura:
--dime una cosa... ¿no te cansas de ser tan hipócrita?
Héctor lo mira con mala cara:
--es muy fácil para ti...
--¡no, perdona para mí hubiera sido más fácil casarme y engañar a todo el mundo como lo haces tú...¡¡
--¡¡no me vengas con sermones --dice molesto-- que tú le pones los cuernos a tu prometido...¡¡
--es cierto pero tú no sólo le pones los cuernos a mi hermana sino que engañas a todo el mundo... De mí puedes decir que soy infiel pero no un hipócrita...
Héctor se pone un boxer limpio y dice:
--pues así soy yo, si te gusta que bueno, si no pues también...
Héctor habla molesto. Se dirige hacia la puerta... Benja lo abraza por la espalda. Los dos tiemblan:
--me gustas y mucho... No quiero que discutamos, ¿para qué perder el tiempo discutiendo...?
Héctor se gira. Lo mira con deseo. Con un dedo en señal de advertencia le acaricia la barbilla:
--pues no me gustas que me estés juzgando...
--Está bien... te invito a desayunar...
Héctor y Benja se miran con deseo:
--está bien... vamos...
Héctor abre la puerta del baño, antes de que salga Benja lo besa con pasión. Héctor sonríe. Benja le da una palmada en el culo y pasa por el lado de él frotando su cuerpo con el de él. Le guiña el ojo. Los cuñados amantes se miran con deseo. Héctor sonríe:
--es un loco...
Su piel se estremece por Benja, siente unos nervios, un susto muy rico pero le gusta. Benja va a la habitación. Felipe duerme. Benja se viste en silencio. No quiere que Felipe se vaya a despertar porque quiere estar a solas con Héctor. Sabe que su romance con su cuñado tiene las horas contadas aunque la verdad es que cada vez que está con él le gusta más y en vez de pasársele el capricho le dura más y más... Cuando Benja sale de la habitación, Héctor lo está esperando. Los dos se miran, vibran. Desnudos o vestidos con esos jeans viejos tan ajustados los dos están guapísimos. Los dos se gustan mucho. Héctor mira a su cuñado con deseo, con simpatía.
--¿vamos?
Benja le guiña el ojo.
--conozco una cafetería que está muy bien...
Benja le cede el paso para que se adelante, gime. Le fascina ese culo. Pone cara de deseo. Cuando está apunto de pellizcarlo, Héctor se da la vuelta y le dice regañón:
--no me pongas en un compromiso... portate bien...
Benja alza las manos. Pone cara de bueno.
--si tranquilo.
Héctor se da la vuelta y entonces Benja le agarra el trasero con las dos manos. Y ambos lo gozan mucho. Héctor se gira y Benja le dice divertido:
--te mentí...
Benja sonríe y los dos salen juntos. Están muy entusiasmados uno con el otro.
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